El ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, en la toma de posesión de los nuevos altos cargos de su departamento, celebrada ayer, ha marcado como gran objetivo de su mandato la consecución de un servicio público que los ciudadanos sientan como "propio y cercano", además de entendible, útil y accesible, y que "no caben excusas", ha dicho el ministro, para atender la demanda ciudadana de una "mejor Justicia". Esperamos desde CCOO que por cercano entienda que la Administración de Justicia debe estar donde esté el ciudadano, y no al revés.
El ministro ha resaltado también que quiere "aglutinar esfuerzos en materia de Justicia con los colectivos de profesionales, instituciones y administraciones a través del fomento de la colaboración", -y añadimos desde CCOO que también negociación-, y que quiere dotarnos de un sistema de organización de la Justicia que supere las actuales estructuras decimonónicas (suponemos
que lo dice por la desigualdad retributiva existente entre compañeros
de distintos territorios del mismo país, que realizan el mismo trabajo), y nos lleve a la definición de un modelo de servicio público "que nunca hemos tenido", que puesto en su boca, como magistrado que fue, y con cargos políticos relacionados con la Justicia durante los últimos quince años, debería sonar a que él ha sido en parte responsable de ello, y por tanto, poco dice de él y de su trayectoria profesional.
CCOO
estará en la defensa de la Administración de Justicia como servicio
público al ciudadano, y en la defensa de los derechos de los
profesionales que integramos la misma, mejorando nuestras condiciones
laborales tan deterioradas en los últimos lustros. Y nos tendrán
enfrente los colectivos, e integrantes del nuevo ministerio, que pongan
los intereses privados de algunos, por encima del servicio que debe
prestar la Justicia.
Lo tenemos claro, porque sabemos lo que defendemos.