Para CCOO la situación por la que están atravesando los órganos judiciales en las últimas semanas, con la implantación del llamado Minerva Virtualizado, acarreando una mayor lentitud en el uso de la aplicación, más aún de la que ya existía, a cambio de una mayor seguridad, (según nos transmiten desde el propio ministerio), es un paso deficiente más en la denominada implantación de las nuevas tecnologías en la Administración de Justicia, que se sigue realizando sin negociación alguna, sin revisión de las condiciones laborales de los profesionales de Justicia, sin previo aviso, sin información ni formación, etc., y que llevó a los compañeros/as de Valladolid a encabezar las movilizaciones en el todo el territorio ministerio "por una Justicia Digital con más y mejores medios" (materiales y personales), con el fin de poder seguir trabajando en las mejores condiciones para poder prestar un servicio público con calidad. Es lamentable que miles de profesionales destinados en la zona ministerio, cada día se tengan que enfrentar a estas deficiencias, que acarrea desesperación y una acumulación de trabajo por el retraso en la tramitación de los expedientes judiciales, que está provocando esta variación en el uso de Minerva.
Las “supuestas mejoras en la infraestructura tecnológica de Minerva” a corto plazo no son visibles, entendiendo que siempre hay un periodo de adaptación, con el fin de mejorar, y que tras los años transcurridos con la implantación de la Justicia Digital, no podemos creernos que sea para conseguir aumentar la seguridad de la aplicación, más cuando durante años el ministerio se negó a proporcionar una herramienta como el teletrabajo, precisamente por motivos de seguridad, pero que desde el mes de marzo, tras la declaración del estado de alarma, están suplicando los directivos del ministerio en la reuniones con Secretarios de Gobierno, para que incentiven el mismo, poniendo por encima el poder estar tramitando procedimientos desde cualquier ordenador personal, a la seguridad que pueden garantizar los mismos.
En estos años, han sido decenas de millones de euros los invertidos en la implementación de las nuevas tecnologías, siempre necesarias y que llegaron tarde a la Administración de Justicia, o quizás millones mal gastados, pues el reflejo en la Justicia del día a día es sencillamente muy mejorable. El nuevo equipo ministerial, y su proyecto de Justicia 20-30, pretende destinar el próximo año 120 millones a la digitalización de la Justicia, a súper estructuras tecnológicas, sin resolver los problemas más acuciantes y necesarios de los órganos judiciales, que es que las aplicaciones funcionen correctamente, y cumplir con el objeto que debe tener el uso de las nuevas tecnologías, que es el poder ser más productivos, realizar más trabajo en menos tiempo, y no al revés.
Por todo ello, CCOO se ha dirigido al nuevo Director General de Transformación Digital del ministerio, Aitor Cubo, así como a sus superiores, el Secretario General, el Secretario de Estado, y al gabinete del ministro de Justicia, porque que a los cuatro se les llena la boca con la digitalización de la Justicia, -y ahora con el uso del "dato"-, para que pongan solución al día a día de los juzgados, tribunales y fiscalías, dejando aparcados momentáneamente otros proyectos grandilocuentes.
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UN MINERVA MÁS LENTO AÚN, QUE IMPOSIBILITA EL SERVICIO PÚBLICO DE LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA