La nueva oficina judicial precisa aún de 22 refuerzos tras 5 años en marcha


26 nov 2015


Cinco años después todos los operadores jurídicos están de acuerdo en que el funcionamiento de la Nueva Oficina Judicial (NOJ) «ha mejorado». El modelo organizativo de los juzgados unipersonales de Burgos (edificio de Reyes Católicos) echó a andar el 10 de noviembre de 2010 y todavía es necesaria la presencia de 22 refuerzos (24, según los sindicatos) para que el ritmo de trabajo no decaiga y se asemeje al que había antes de la entrada en vigor de la reforma. La que parecía que iba a ser una medida transitoria ha terminado por convertirse en permanente. Hasta el punto de que el Ministerio, según la Junta de Personal, se comprometió en mayo a transformar esas plazas de carácter interino en puestos definitivos para sacarlos a oposición en el futuro. Pero nada se sabe de tal promesa a mes y medio de las elecciones generales.
Es cierto que la tasa actual de asuntos pendientes (la que resulta de dividir los procedimientos en trámite al final de un periodo entre las resoluciones dictadas) es similar a la de finales de 2009, un 0,29 y un 0,28 respectivamente. De ahí que la secretaria coordinadora en funciones, María Teresa de Benito, asegure que ahora «los tiempos de respuesta son buenos en todas las jurisdicciones y mejores en algún caso que antes de la entrada en vigor de la nueva oficina». Aunque hay que recordar que hace seis años los juzgados ingresaban del orden de 63.000 asuntos y en 2014 la cifra se quedó en poco más de 55.000. Es decir, que la carga de trabajo es menor, «a lo que también han contribuido las tasas judiciales», reconoce la misma fuente.
Y no todos los agentes de la Administración de Justicia están de acuerdo en que la mejora sea general. Joaquín Delgado, decano del Colegio de Abogados, admite que ha percibido una «evolución», pero en muchos aspectos el funcionamiento «es peor» que antes de 2010. Sobre todo critica que el nuevo diseño «se ha quedado a la  mitad», porque no se puso en marcha con un objetivo claro, «después de que el proyecto de crear los tribunales de instancia fracasara».
Carmen Velázquez, decana de los procuradores, señala que «evidentemente la oficina judicial ha mejorado» en estos cinco años, «pero siguen faltando muchos medios». Y advierte de que «puede que la resolución de asuntos esté siendo ágil, pero la ejecución es muy pobre, debido al colapso del servicio responsable de hacer cumplir sentencias». Para la Junta de Personal, la oficina «está estabilizada». Lo cual es mucho decir en boca de los representantes sindicales, pero asegura que el modelo constituye «un cacharro parcheado que no mejora las prestaciones del antiguo sistema».
Con los puntos de vista de todos los operadores judiciales sobre la mesa, se pueden sacar dos conclusiones. Una que es irrebatible, la presencia todavía de 22 refuerzos. Y otra que admite matices, la de que el modelo ha mejorado respecto a los primeros días de implantación. Dos conclusiones que ponen en tela de juicio que el diseño de la NOJ sea más eficaz que el anterior sistema, pues hay que recordar que nació para reducir la burocracia y sin vocación de incrementar el personal.

Traslado de funcionarios
Fueron los problemas iniciales los que obligaron al Ministerio a destinar funcionarios interinos que todavía se mantienen en su puesto. ¿Por qué? En este punto están de acuerdo De Benito, Velázquez y Delgado. Por la falta de flexibilidad de la plantilla. Todos los refuerzos se encuentran en el Servicio Común de Ordenación del Procedimiento (Scop), que es donde se concentran las principales dificultades. También existen serios problemas en el Servicio Común de Ejecución. Sin embargo en las Unidades Procesales de Apoyo Directo a los jueces (Upad)  sobra personal (con la excepción del Juzgado de lo Mercantil y el de Familia), hasta el punto de que en algunos momentos algunos empleados «están mano sobre mano», según denuncia la decana de los procuradores.
En opinión de la secretaria coordinadora habría que llevar a cabo un balanceo del personal (trasladar a los servicios que lo precisan funcionarios sin tanta carga de trabajo de otras áreas) «para que la oficina judicial sea más eficaz». Pero para ello el Ministerio, advierte, tendría que llevar a cabo  la reforma de la Relación de Puestos de Trabajo (RPT) en un proceso negociador con los sindicatos.
Vaya por delante que la Junta de Personal no está de acuerdo descarta que el mal funcionamiento sea culpa de la falta de flexibilidad. Asegura que la nueva oficina «nació con un déficit de personal». Es totalmente contrario a detraer funcionarios de las UPAD, porque como mucho las componen dos trabajadores y «eliminar uno traería muchos problemas a la hora de cubrir bajas, vacaciones, días libres y picos de trabajo que puedan darse». En todo caso, advierte de que los sindicatos están pendientes de que el Ministerio de Justicia efectúe una propuesta sobre la modificación de las RPT para estudiarla y sacar conclusiones.
 
Fuente: Diario de Burgos
Enlace a la noticia
Imprimir artículo