Hace más de siete meses que se puso en marcha esta oficina
judicial dependiente del Decanato de Valladolid y todavía no les han instalado
el equipo informático ni el fax. La línea telefónica solo hace unos días que la
tienen. No tienen calefacción en un centro que registra unas de las
temperaturas más extremas, teniendo que llevar los funcionarios pequeñas
estufas propias de su casa.
Además tiene que desplazarse todos los días a Valladolid, al Servicio Común de Notificaciones y Embargos para recoger las notificaciones cuando existe un servicio de demandaderos de la prisión para hacer los recados de los internos que podían hacer también estos servicios o bien, el propio servicio judicial de reparto de notificaciones.
Para colmo la relación con los funcionarios de la prisión no ha sido la más adecuada con situación de menosprecio hacia ellos.
Por esto, CCOO se ha dirigido al decano para que ponga solución a esta situación penosa y tercermundista y que pida a quien corresponda las responsabilidades oportunas.
