Alrededor de 20.000 personas participaron ayer en la manifestación de la CES en Luxemburgo para mostrar su oposición a las políticas de la Unión Europea, que Ignacio Fernández Toxo calificó de "ineficaces e injustas" y que, en su opinión, retrasarán la salida de la crisis.
"Además de retrasar la salida de la crisis económica, generando más problemas en relación con el empleo en forma de crecimiento del paro, están destinadas a provocar un serio retroceso en los derechos sociales y en los derechos laborales", subrayó Toxo, al tiempo que denunció el deterioro de la calidad democrática de Europa. "Instituciones no elegidas de forma directa por la ciudadanía se arrogan el derecho de imponer determinadas políticas para las que no están autorizadas en los Tratados".
En la misma línea, la secretaria general de la CES, Bernadette Segol, señaló que "no nos oponemos a que los gobiernos tomen medidas para equilibrar sus cuentas, pero sí a que los sueldos y los trabajadores sean su único blanco para realizar los ajustes".
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