Autor: VICENTE MAGRO SERVET
Publicado en: http://www.diarioinformacion.com
...Además, este nuevo año judicial se afronta con una importante bajada de sueldos que el personal de Justicia, al igual que el resto de funcionarios, ha sufrido y con una merma salarial de por vida, con lo que ha costado, año a año, conseguir unos bajos salarios con incrementos bajos que ya nunca se podrán recuperar, lo que eleva el nivel de desmoralización del personal laboral de justicia que comprueba una fuerte carga de trabajo y una bajada de sueldos al mismo tiempo. Sin embargo, que sepa el lector que pese a todo ello, los que trabajamos en esta Administración, pase lo que pase, no bajaremos los brazos cuando tenemos que afrontar un nuevo año judicial difícil pese a los problemas que sufre la justicia, porque pese a que alguien no lo crea, a los que trabajamos en esta Administración nos duele que a veces los asuntos no salgan lo rápido que desearíamos. Puede que existan excepciones de gente incumplidora que a cualquier lector ahora le venga a la memoria y exclame que no es cierto lo que decimos. Pero cuando hablamos lo hacemos desde la generalidad. Y la mayoría del personal judicial está por tirar del carro pese a todo lo que estamos pasando. Ahora bien, ya está bien que se deje siempre todo al voluntarismo de los trabajadores, porque también tenemos que pedir y reclamar que, de una vez por todas, se afronte en este país por quien corresponda que un Estado no puede funcionar sin una justicia eficaz. Que un país no puede progresar ni en lo económico ni en otras parcelas si los juzgados no dan respuesta a las demandas de los ciudadanos y que no todas las soluciones que se han aportado consisten en medidas de gasto económico, sino que muchas son soluciones de conocimiento de saber cómo afrontar los problemas. Muchas soluciones son de coste "0". La cuestión radica en conocerlas, o aceptar las que se están ofreciendo todos los días desde diferentes sectores y aplicarlas. Pero mientras sigamos negando la importancia que tiene la justicia, mientras se le siga mirando como el hermano pequeño y feo de la Administración, la economía también sufrirá y costará el despegue definitivo. Pese a todo, que sepan los ciudadanos que desde dentro seguiremos haciendo lo que en nuestras manos esté y esperando que algún día nos hagan caso de que las medidas que siempre proponemos todos aportarían luz a una Administración que necesita más imaginación, pero sobre todo valentía y decisión para ejecutar ideas modernas, prácticas y eficaces.
