La convocatoria de huelga en el sector público el día 8 de junio de 2010 es el inicio de un conflicto social ante la propuesta del gobierno de reducir los salarios en el sector público, congelar las pensiones, empeorar la aplicación de la ley de dependencia, rebajar las políticas sociales y las inversiones públicas. Y esto es solo el principio, pues se anuncian nuevas medidas que pueden agravar esta situación.
Los trabajadores y trabajadoras no hemos provocado esta crisis y no podemos ser los que paguemos los platos rotos. Las propuestas del Gobierno no son una salida para la crisis.
